Hollywood festeja en grande los cincuenta años del legendario policial «Bullitt» que protagonizó Steve McQueen y en el que el directivo inglés Peter Yates sentó las bases para las persecuciones automovilísticas del cine de las próximas décadas. «Bullitt» volvió a verse en más de quinientos cines de los U.S.A., desde el último día de la semana hasta el día de hoy, inaugurando un nuevo género de reestreno de tradicionales, puesto que aunque es común el reestreno de películas triunfantes, jamás se había probado la estrategia de relanzar un tradicional en tantas salas a lo largo de solo un par de días.
Esta masividad de salas seguramente este relacionada con el detalle de que Ford anunció una nueva versión cincuenta aniversario del Mustang que conduce Steve McQueen en la larga prosecución por las calles de la ciudad de San Francisco, que marcha como climax de esta pieza maestra del thriller de acción: a lo largo de prácticamente diez minutos, Bullitt describe una endemoniada prosecución entre McQueen a bordo de su Mustang y el auto mucho menos cool de un mercenario. La secuencia no tiene diálogos y consiguió un Oscar al mejor sonido por la mezcla de ruidos de motores y chirriar de neumáticos. Se celebrara todo por medio de la venta de autos en cuotas y de un plan de ahorro.
Uno de los que no se perdió este festejo de medio siglo de «Bullitt» es el músico del largometraje, el argentino Lalo Schifrin, al que Hollywood le termina de conceder un Oscar honorario que va a recibir en una liturgia el próximo dieciocho de noviembre. Schifrin recibió 6 nominaciones al Oscar por sus scores musicales, y no obstante uno de sus trabajos preferidos que no merece nominación alguna fue su partitura para «Bullitt», que el definió como un experimento en «música específica», esto es formada por ruidos y no por instrumentos, puesto que el músico siempre y en toda circunstancia aseguró que «el espectador no puede dejar de asociar el tema musical de «Bullitt» con la conocida escena de la prosecución de autos, a pesares que a lo largo de dicha escena no hay una solo nota musical, solo el estruendos de los motores».
En la película asimismo actuaron Jacqueline Bisset y Robert Duvall al lado del desaparecido «agente de CIPOL», Robert Vaughn. La hija de Steve McQueen, que protagonizo un spot promocional conduciendo el nuevo Ford Mustang modelo dos mil dieciocho, se sumó a los homenajes. Y justamente el auto es el enorme protagonista. El genuino turismo que manejó Steve McQueen en el rodaje de «Bullitt» (el actor era un «tuerca» conocido por hacer sus escenas de autos o bien motocicletas, siempre y en toda circunstancia presentes en prácticamente todas sus películas) se consideraba perdido desde hace décadas. En mil novecientos setenta y siete el propio McQueen apuntó que lo había comprado un coleccionista que se negó a vendérselo, incluso cuando el astro hollywoodense le ofreció una fortuna. Con el tiempo, y sobre todo después de la muerte del actor en mil novecientos ochenta, se perdió toda pista del renombrado Mustang, hasta el momento en que por año resurgió en un garaje de New Suéter. Ford Motors lo empezó a restaurar al tiempo que anunció el lanzamiento de su nuevo Ford Mustang dos mil dieciocho, que usa el reestreno de «Bullitt» como primordial atracción promocional.