El pequeño de 5 años Peng Xiaoyi nunca se ha reunido con su maestro de inglés en persona. Al paso que está sentado frente a su computadora en su casa de Pekín, capital de China, su maestro está a miles de kilómetros en Estados Unidos.
Peng, que está en su segundo año de guardería en el nordoeste de Pekín, cursa clases on line de inglés tras la escuela, que son dadas por profesores en E.U. o bien Canadá.
“Los profesores estadounidenses son divertidos”, destaca. “Me gustan mucho”, agrega.
Incluso tras apenas haber recibido un puñado de clases, tiene más confianza para hablar inglés y ha desarrollado el hábito de preparar y repasar las lecciones, según su madre Li Juan.
“Es bueno para él recibir este curso de ingles al estilo estadounidense”, asegura Li, una empleada pública. “Es una nueva experiencia para él y no necesita salir de China”, explica.
Merced al desarrollo de internet a lo largo de China, la educación on-line se ha popularizado en un país de 1.300 millones de personas.
VIPKID, la plataforma que administra las clases de Peng, tiene cerca de doscientos estudiantes registrados en China y más de 24.000 profesores en la zona de América del Norte.
Mi Wenjuan, creadora de VIPKID, explicó a Xinhua que ella espera mudar la manera que tienen los pequeños chinos de aprender inglés y ofrecerles la ocasión de experimentar los estilos de enseñanza nativos de inglés, que son muy diferentes a cómo se enseña inglés en las escuelas chinas.
“Uno de los principales retos que encaramos es que los padres admitan el concepto de enseñanza en línea”, apunta. “Tenemos que estar ofreciendo continuamente formación de alto nivel y soporte técnico”, añade.
Los datos del Centro de Información de la Red de Internet de China mostraron que ciento cuarenta y cuatro millones de chinos habían optado por la educación online hasta finales de junio, un cuatro con ocho por ciento más que la cifra de finales de 2016.
“Comparado con las clases de después de la escuela, los cursos on line son recomendables y eficientes”, explica Li Juan. “Son menos caros por el hecho de que no necesitan un sitio para celebrarse”, asegura.
He Tingting, un maestro que trabaja en la plataforma de educación online “Qingqingjiajiao”, apunta que un maestro on line en general enseña en clases individuales o en grupo al paso que las clases tradicionales tras la escuela tienen un maestro por cada 30 a 40 alumnos.
“Los profesores on-line utilizan presentaciones para asistir a su enseñanza”, explica He. “Son más atractivas para los estudiantes, particularmente para los más pequeños”, agrega.
De todas maneras, He resalta que los profesores on line deben trabajar más duro para hacer que su voz y expresión facial sean más atractivas para retener la atención de los alumnos. “Las conexiones fiables de internet también son fundamentales para asegurar que los cursos discurran sin problemas”, agrega.
La educación online ha sido más famosa por el enorme público chino en los últimos tiempos, particularmente desde dos mil trece cuando los cursos en líneas masivos y abiertos, entraron en China en cooperación con universidades y sitios.
En los últimos dos años, el capital entrante de los inversionistas asistió a las empresas de educación en línea a desarrollarse más de manera rápida.
Un informe difundido por HSBC este año mostró que el 76 por ciento de los progenitores chinos consideraría cursos universitarios en línea para sus hijos.
