Dos años después del primer intento en vano, este verano se hará realidad. Las calles Platería, Trapería y su entorno más próximo -calle San Cristóbal y plazas de Joufré y Esteve Mora- contarán con un sistema de sombraje para mitigar las altas temperaturas y favorecer el paseo peatonal, lo que redundará en beneficio de los comerciantes y, sobre todo, convertirá el centro de Murcia es una zona más agradable para pasear, al estilo de la calle Larios en Málaga, Sierpes en Sevilla, Reyes Católicos en Granada o Preciados en Madrid.
Quien lleva casi cuatro años luchando por conseguir que el Ayuntamiento acceda a la colocación de ese sombraje es la presidenta de la Asociación de Comerciantes de Platería y Trapería, Marisa Cano, que ayer no cabía en sí de felicidad: «Estoy muy contenta. Esto le va a dar a Murcia una categoría infinita».
Hace dos años, el entonces concejal de Turismo, Miguel Cascales, anunció que se iba a poner en marcha, como una experiencia piloto, un toldo en la calle Platería. El entoldado iba a tener 100 metros, desde San Bartolomé hasta la plaza Joufré y la lona, de color beige, quedaría sujeta a la altura del segundo piso, de edificio a edificio, con un cable de acero y tensores.
La falta de coordinación entre las distintas concejalías en la última etapa del alcalde Cámara, llevó a la concejal de Calidad Urbana, Ana Martínez, a ordenar la paralización de las obras. El motivo esgrimido fue que ni la Concejalía de Turismo ni la asociación de comerciantes habían presentado el preceptivo proyecto firmado por un arquitecto ni la autorización de comunidades de propietarios donde se habían instalado los anclajes. «Ahora sí que hemos realizado la consulta con los vecinos y tengo una carpeta llena con las firmas de autorización».
La Concejalía de Calidad Urbana, que dirige José Guillén, acogió con cariño la propuesta de los comerciantes y ayer la Junta de Gobierno aprobó el pliego de condiciones para el entoldamiento y sombraje de las calles citadas. El pliego incluye la redacción de la memoria técnica, supervisión y dirección técnica de la instalación , contratación de la misma y retirada de toldos de lona y la adecuación, eliminación o adecuación de los actuales tendidos para el soporte y el anclaje, durante un periodo de cuatro años.
Está previsto comenzar a instalarlos a finales de junio y se mantendrán hasta octubre. En lo sucesivo se instalarán en mayo.
«Así damos respuesta a los comerciantes, vecinos y a los peatones», apunta el edil José Guillén. El presupuesto es de 236.010 euros.
El toldo será de lona color blanco roto, de un tejido microperforado de lonas, que garantiza su mantenimiento y resistencia al fuego. Se colocará a una altura mínima de 4,5 metros. De esta forma el centro recuperará una costumbre de 1928.
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